Las grandes ventajas de los tejados de teja plana

Las grandes ventajas de los tejados de teja plana

En la construcción y albañilería de las casas tradicionales es imprescindible contar con un techo firme, seguro e impermeabilizado y es aquí donde los tejados de teja plana representan un valor agregado importantísimo gracias a su sencillez, solidez y longevidad.

Los tejados de teja plana, también conocidos como “teja alcalina”, tienen su origen en la antigua Roma cuando los albañiles idearon placas de cerámica cocidas al horno para cubrir los techos de las viviendas mediterráneas.

En muy poco tiempo estas tejas alcanzaron una inmensa popularidad debido a que eran fáciles de hacer, su peso es reducido y garantizaban la impermeabilización de los techos ya que el agua de lluvia no se estancaba y resbalaba por escorrentía.

La estanqueidad quedaba garantizada gracias a su diseño inclinado con un mínimo de, al menos, 25% (en la actualidad los nuevos materiales han hecho posible que la inclinación sea de apenas 10%), lo que permitía al agua resbalar de forma uniforme. Además, el material denso y compacto era perfecto para evitar la formación de goteras.

Las grandes ventajas de los tejados de teja plana

Las tejas planas poseen una medida estandarizada de 43 x 25,2 centímetros ideada para que pueda formar hileras continuas y uniformes.

La sencillez de su diseño va de la mano con su increíble practicidad ya que son muy fáciles de colocar y el acoplamiento de las hileras suele ser perfecto porque por su propia forma y composición evita que ocurran desplazamientos inesperados.

En la actualidad, para la colocación de las tejas planas se suele utilizar rastreles hechos de PVC, lo que permite que la instalación se haga mediante un ensamblaje encadenado al acoplarse una teja sobre otra sujeta a cada rastrel, lo que evita que pueda producirse algún error, ya que se vería enseguida en la armonía del techo.

Otra técnica muy utilizada en la albañilería moderna es unir cada hilera de tejas atornillándolas por medio de orificios habilitados específicamente para ello.

Las modernas tejas planas presentan dos canales cuyo objetivo es la recolección y fluidez del agua para que ruede de hilera en hilera gracias a sus “nervios” pronunciados y altos diseñados evitando que el agua se estanque. Por último, la caballeta o cumbrera se remata con tejas mixtas o curvas.

¿Tejas curvas o tejas planas? Todo depende

Una de las dudas habituales en construcción y albañilería es cuál es la mejor cubierta para el techo: ¿tejas curvas o tejas planas? en realidad no existe una respuesta determinante porque todo dependerá del diseño de la vivienda y de las características topográficas y climáticas del lugar. Las tejas planas o curvas están diseñadas con idéntico propósito, pero con características particulares diferentes.

Por ejemplo, el tejado curvo suele aplicarse en aquellas viviendas tradicionales de estilo mediterráneo que necesiten de un estilo clásico o “rústico” con tejados sólidos y resistentes en climas de abundante lluvia. Precisamente su forma curva es perfecta para la escorrentía y evitar que puedan formarse goteras o humedad dentro de las viviendas.

Por su parte, las tejas planas son muy utilizadas en aquellas viviendas cuya inclinación natural del techo está diseñada para acentuar el estilo arquitectónico del inmueble.

Otra gran ventaja que tienen las tejas planas es que están hechas con un material aislante que mantiene los inmuebles frescos durante el verano y calientes durante el invierno.

Longevas y duraderas

El tiempo de vida útil de un techo siempre dependerá del material con que fue hecho y es en este apartado que las tejas planas tienen una gran ventaja comparativa debido a su extraordinaria longevidad.

Por ejemplo, los tejados hechos con material asfáltico suelen presentar una vida útil de unos 20 o 25 años en el mejor de los casos; los tejados de madera pueden presentar una durabilidad superior a los 30 años (siempre y cuando se aplique un trabajo de mantenimiento correctivo constante); los tejados hechos con metales, por lo general zinc o aluminio, pueden durar hasta un máximo de 50 años.

En cambio, las tejas planas de buena calidad pueden durar hasta un máximo de 100 años, o inclusive más, si se les aplica un mantenimiento correctivo cada 10 años que garantice su estructura unida, su impermeabilidad y escorrentía.

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