Las grandes tendencias en ventanas de aluminio
Desde que Le Corbusier y el Arc Deco revolucionaron la arquitectura en el siglo XX el aluminio alcanzó su máximo nivel de protagonismo, y desde entonces no ha parado de ofrecer, una y otra vez, excelentes posibilidades para enaltecer nuestros hogares, entre ellos están las grandes tendencias en ventanas de aluminio. Ya sean grandes, pintorescas, austeras, orgánicas o coloridas, las nuevas tendencias no nos dejarán indiferentes.
Hermosas y espectaculares
Las principales tendencias en ventanas de aluminio están orientadas hacia el color y el acabado, las cuales deben de ir de la mano del estilo decorativo y ergonómico escogido tanto por el arquitecto como por el diseñador de interiores.
- Repotenciando con los colores
En el pasado la tendencia predominante en las ventanas de aluminio eran colores pulidos y brillantes, sin embargo, han aparecido nuevos estilos novedosos e interesantes.
Texturizados: los colores texturizados, tanto mate como rugosos que imiten superficies metálicas son ideales para estancias modernas y grandes.
Madera: otros colores que están causando furor son los que imitan la madera rústica, se trata de un estilo muy utilizado en casas campestres, oficinas y fachadas de estuco.
Claros y austeros: se trata de una tendencia que parece que nunca pasará de moda. Los marcos de aluminio pintados de blanco o gris transmiten muchísima calma y amplitud en los espacios cerrados sin interferir en absoluto con el resto de la decoración.
Bicolores: Con colores diferentes tanto en su exterior como en su interior, los ventanales de aluminio bicolores son perfectos cuando se trata de mantener la estética de fachada y de interiores sin afectar en absoluto el resto del diseño de la vivienda.
- Acabados espectaculares para todos los gustos
Los acabados que están marcando la tendencia actual se basan en la espectacularidad y la grandiosidad de las grandes áreas donde resalta con fuerza los espacios. Entre los más interesantes están los siguientes:
Gran tamaño y mucha luz: esta es otra tendencia que no pasa de moda. Los enormes ventanales de aluminio, de piso a techo, que permiten que la luz inunde los grandes espacios, es magnífico para aquellas viviendas u oficinas donde el tamaño y la sensación de grandiosidad es importante. Cabe señalar que dentro de esta tendencia se ha impuesto el estilo de usar perfilerías estrechas que pasen totalmente desapercibidas con el objetivo de dar la impresión de que nada sostiene al ventanal y que literalmente se sostiene por sí solos.
Ventanales móviles: ideales para terrazas, habitaciones principales o grandes salones, los ventanales y puertas correderas que se abren hacia el exterior dan un toque ecléctico y ecológico tan necesario para que la naturaleza sea parte del espacio y de la atmósfera. Dado su gran tamaño y dimensión, estos ventanales también son ideales para ampliar el espacio en aquellas viviendas de dimensiones reducidas.
Acabado rústico industrial: si lo que se busca es algo atrevido y diferente nada mejor que las ventanas de aluminio presenten un acabado rústico y de falso óxido para dar una apariencia desconcertante. Se trata de un acabado perfecto para galerías de arte, bares, restaurantes, fábricas o cualquier otro emprendimiento comercial en donde se busque no pasar desapercibido y lograr un impacto visual inmediato en la fachada.
Orgánicos: este estilo de acabado en las ventanas de aluminio es ideal cuando el diseño de la fachada busca desmarcarse del estilo cuadrado y de la seriedad impoluta creando formas llenas de curvaturas y con los marcos sobresalientes, ya sea para una galería de arte moderno, un restaurante cautivante o un sitio nocturno de moda. Su acabado ecléctico y atrevido es perfecto si lo que se busca es combinarlo con colores mostazas, rojos, anaranjados o inclusive rosados. El objetivo es crear un impacto visual que llame la atención de todos.
Orgánicos bicolores: esta es una versión de la tendencia anterior en donde el marco de aluminio presenta dos partes distintas cada uno con un color fuerte que busca específicamente crear el mismo impacto visual instantáneo. Por lo general los colores suelen ser contrastantes, ya sea mezclando cálidos/fríos o en su defecto un estilo óxido/madera, claro que para que dicho acabado tenga el impacto idóneo es indispensable que mantenga la misma dinámica de diseño de la fachada.